Las impresoras 3D han cambiado el proceso productivo de muchas empresas permitiendo realizar un prototipo de la pieza o producto que se va a fabricar. La impresión en 3D permite producir de manera local, personal y en una mínima cantidad un objeto a partir de un archivo.

Los avances tecnológicos permiten que hoy en día todo pueda ser reproducido, utilizando diversos materiales para su realización y dando lugar a nuevos espacios de venta, diseño e impresión de objetos.

La revolución que supone la impresión en 3D se debe –entre otros aspectos– a que con una sola impresora tenemos a nuestro alcance la posibilidad de realizar diferentes productos. Así, nos ofrece una amplia flexibilidad a la hora de crear prototipos, reduciendo notablemente los costes.

El diseño industrial, la investigación médica, la arquitectura o la moda han visto revolucionados sus métodos de trabajo gracias a la impresión en tres dimensiones. En este sentido permite crear desde prótesis a medida –pasando por objetos industriales– a réplicas de piezas de repuesto, entre otros.

Sin duda la reducción de costes y la personalización son algunas de sus ventajas más atractivas. La posibilidad de realizar tus propias prendas (objetos, productos de forma personalizada y exclusiva) ha revolucionado el mercado. Además, la reducción de costes se da tanto en el proceso de producción como en el de transporte al poderse realizar éste desde nuestras propias instalaciones.

Con esta tecnología no es necesario abastecernos de stock por la compra mínima de un número concreto de unidades; las variaciones no tienen coste y podemos realizar infinitos diseños y texturas hasta encontrar los más adecuados.

Con la llegada de la impresión en 3D estamos ante una nueva industria y un nuevo sector que está creando nuevas formas de negocio.